Próximamente

Y en mi vida me han pasado algunas cosas, nada del otro mundo, pero no soy buen cronista. Tampoco soy buen redactor, pero algo tengo que poner por aquí ¿no?

Tons, este es el preludio de la siguiente palomoaventura.

Primera parte:

Mi cuata la Adela dice que tenía un perro llamado "El chiquis", era pequeño y estaba cegatón. En frente de su chante vivía "El winfil" un perro grande y abusivo. Según la Loca de la Adela, un día el Winfil decidió que el Chiquis le latía de novia y así nomás, sin decir agua va, ni declaración de por medio, cuando el Chiquis se agachaba a oler las flores, ¡¡ZUUUUMMMBALE!! El Winfil lo hizo suyo, suyo, suyo. Parece que al Chiquis le gustó la onda perro-gay porque ya no se separaba del Winfil e hicieron una bonita y feliz pareja hasta que el pequeño murió no sé de qué.
La Loca Adela quedó traumada por ver a su perrito hacerla de perrita con el otro can.

Segunda parte:

A Adela ya la presenté la vez anterior.
Anariel y Zully es el nombre de dos compañeritas más de la Sociedad Secreta De Mirkwood; linda güerita montaraz de Sonora la primera y pequeña Elfa guatemalteca la segunda.
En la universidad iba conmigo mi cuate "El perro" algo neurótico y la base del villano de esta nueva mamilaventura.

Tercera parte:

Langarito Arozamena era un niño común, antes de ser raptado por las palomas en ese parque, lo cual le cambió la vida, sólo era un niño más.
Una vez, ese niño normal tuvo un perro, regalo de su tío “La Cacahuata”. Lo que Langarito y el tío no sabían es que el perro no era normal como ellos; se trataba de un Hombre perro, cruza de hombres lobo atrapados y domesticados, con perros falderos. Al ser cachorros parecían perritos normales y juguetones, pero al crecer comenzaban a transformarse en hombres-perro.
Un día Langarito jugaba fut, mandando unos “chutes” contra la pared, el perro se le cruzó y de ¡tremendo patadón! Le abrió la frente. Langarito siguió jugando sin preocuparse por su mascota, pero esta se escapó de casa, sintiéndose no querido. Vagó hacía el norte, cruzó un gran río y se convirtió en el primer perro espalda mojada de la historia. Allá, lejos en el norte, cultivó un creciente odio por el niño que le dejó la jeta marcada.

Y aquí comienza esta nueva (y mamila) aventura.

Frodo patea perros.