Mi abuela, ayer cumplió 81 años. Su abuelo fue presidente municipal, su papá también lo fue, medio pueblo era suyo. ¿Qué queda ahora? Nada, todo lo vendieron y yo me pregunto ¿Y el dinero?
Había un pajarillo llamado tutumishe, de colores rojo y negro, como la capa del abuelo de mi abuela y por el cual se les puso ese apodo a los Cid del Prado.
Yo no quiero a mi abuela, ni ella ni mi abuelo querían a mi papá. Pero vivimos al lado y convivimos más de lo que yo hubiera querido.
De mi infancia recuerdo a mi abuela mandando siempre de compras, yo, niño bueno (talvez menso), nunca le robé el cambio. De mi abuelo sólo recuerdo mentadas de madre.
Ahí están, todos viejos, no los quiero ni los odio, ahí están, nomás.
Hoy perdí dos partidas.
Se me olvidó la cuenta.
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